2002-07-21
Paul & the Sharks
Hace unos meses fui a ese bar ese en el que siempre tienen sardinas con pimientos, empanada, calamares y tortilla. Como está muy cerca del puerto no tardó en aparecer un grupo de navegantes de esos que llaman recreativos o deportivos. Unos doce repartidos en parejas, todos con pantalón corto y ellos con nikis de cuello Doreste. Pensando en lo que puede llegar a ser la vida me quedé mirando para ellos: cuarentones, morenos, uniformados, moderadamente alegres... Tanto debí mirar que el más moreno, un tipo de aspecto pesado y peinado hacia atrás me dijo sin levantar apenas la voz:
¿Y tú que miras mamalón?.
Allí estaba yo con el cuello gacho y una mano en cada extremo de la raspa de sardina frente a este triunfador, un genuino depredador social, campeón de la amenaza y la intimidación ejerciendo su poder para regocijo de sus compañeros de mesa. Sólo la mujer que estaba sentada a su lado, de aspecto delicado con la camiseta de rayas y las gafas a guisa de diadema parecía estar disgustada.
A ti no te miro. Miro a tu mujer, que está muy guapa hoy.
El tipo hizo ademán de levantarse arrastrando la silla hacia atrás y apoyando los puños sobre la mesa. Sin mirarle, la dama puso la mano sobre su antebrazo y el tipo se quedó parado, como si fuera un cachorro inquieto y ella ya hubiese pasado muchas veces por aquello. Quizá demasiadas. ¶
posted by vendell 11:03
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