2002-08-01
El polimorfo perverso
Ya sé quién soy. La Ele y al Da me han catalogado como un polimorfo perverso. Bueno, ellos no están muy seguros, pero yo sí. Les cuento. Resulta que la mente humana es el campo de batalla en el que libran combate dos fuerzas: la pulsión de muerte (definir el deseo) y la pulsión de vida (desear). En terminología técnica se trataría del superyó y el ello, aunque me parece más gráfico acudir (como siempre que las cosas se ponen difíciles) a Cernuda y delimitar estos conceptos en función de La realidad y el deseo.
Se supone que la compatibilización de estos principios antagónicos se realiza a través del yo, de cuyo éxito emerge un individuo sin patologías. En caso de que la victoria caiga del lado de la pulsión de muerte (superyó o principio de realidad) estaremos ante un sujeto obsesivo compulsivo, mientras que si es la pulsión de vida la que gana (el ello o principio de placer) uno acaba convertido en un polimorfo perverso, un sujeto que obtiene placer de todo, o mejor dicho, que ni siquiera tiene definido el significado de placer.
Y digo esto porque me voy de vacaciones, y durante 31 días seré, más que nunca, el perfecto polimorfo perverso.
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posted by vendell 23:26
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Comentarios
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Uy uy uy... esas terminologías que le han vendido, Don Vendell, de pulsiones y superegos son demasiado psicoanalíticas témome. Desde luego, prefiero a Cernuda. Que la pase Ud bien en sus vacaciones, sin duda muy merecidas. A oxigenarse... |
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Vaya...
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