2007-02-17
La conciencia callada
Mientras me ducho, en la radio alguien habla con cruda ligereza de la suerte de unas personas que han recorrido medio mundo hacinadas en un barco. Sus argumentos, tan sensatos, serán escuchados por millones de personas que lo único que tendrán que decidir es si lo aceptan o no lo aceptan, así que bajo la cabeza y mientras el agua caliente fluye por mi espalda recuerdo algo que escribió Gombrowicz en sus diarios después de leer El hombre rebelde.
Es una obra con la que quisiera de todo corazón estar de acuerdo. Pero el problema radica en que para mí la conciencia, la conciencia individual, no posee el mismo valor que para Camus cuando se trata de la salvación del mundo. ¿Acaso no vemos a cada paso que la conciencia no tiene casi nada que decir? ¿Acaso el hombre mata o tortura porque ha llegado a la concusión de que tiene derecho de hacerlo? Mata porque matan otros. Tortura porque otros torturan. El acto más horripilante se vuelve fácil cuando el camino que lo atraviesa es un camino ya abierto; así, en los campos de concentración, el camino hacia la muerte estaba ya tan allanado que el burgués incapaz de matar una mosca en su casa asesinaba con facilidad a la gente. De modo que lo que hoy en día nos consterna no es este o aquel problema, sino, para decirlo de alguna manera, la disolución de los problemas en la masa humana, su aniquilamiento bajo la acción de los hombres (…) Camús, siguiendo los pasos de otros, extrae al hombre de la masa humana, e incluso lo separa de su relación con los demás, para confrontar el alma individual con la existencia; parece como si sacara un pez del agua.
Y lo metiera en la ducha.
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posted by vendell 04:18
7 Comments
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Comentarios
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De: Lynx |
Fecha: 2007-02-17 14:06 |
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"Difusión de responsabilidad" lo llaman algunos, tras el "caso Genovese", Kitty, la neoyorquina que al volver del trabajo fue golpeada y apuñalada hasta la muerte en la puerta de su casa. El crimen se desarrolló ante los ojos de 38 vecinos/testigos que habÃan salido a ventanas y balcones. Nadie movió un dedo para ayudar a la vÃctima.
El impacto del hecho, tras su publicación en el New York Times, fue grande. A partir de él, los psicólogos sociales Latane y Darley investigaron en los años 70 cómo nos comportamos cuando un extraño necesita ayuda. Dedujeron que si la cantidad de gente que contempla el crimen es muy grande, los testigos tienden a no intervenir. Se produce un fenómeno denominado "difusión de responsabilidad": como ninguna de las personas siente que es la única obligada a echar una mano, mira a los demás esperando que sean ellos quienes intervengan. Los experimentos concluÃan que la vÃctima está más segura, y obtendrá más ayuda, si es una sola persona la que contempla su "apuro".
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De: Vendell |
Fecha: 2007-02-17 14:27 |
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Gracias por la referencia.
Joer con las masas.
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De: Vendell |
Fecha: 2007-02-17 14:28 |
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Por cierto, Lynx, ¿está contento con el teclado ese en chino cantonés?
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De: siloam |
Fecha: 2007-02-17 17:42 |
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siempre me pareció que Camús defendia al individio por eso, para hacerlo fuerte, y que estar con otros hombres no lo convirtiese en "masa " tan facilmente.
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De: Lynx |
Fecha: 2007-02-18 10:19 |
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Vendell, no pillo lo del chino (?)
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De: Vendell |
Fecha: 2007-02-18 20:52 |
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En mi pantalla su comentario sale preñadito de signos no alfabéticos, Lynx.
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