2007-12-01
Boleto
De un ribazo seco al borde del camino cuelga un puñado de Armillaria melea, un hongo que se come bosques enteros con la misma delectación con que nosotros nos los comemos a ellos, como en el padrenuestro, después de hervirlos un rato para quitarles el regusto a madera. Poco después, en un pinar limpísimo que si acaso huele un poco a turba seca, el suelo ofrece los últimos boletos de la temporada. Después de cenar, por si acaso, salimos a esparcir las esporas bajo los pinos de un bosquecillo cercano. Sería otro milagro.
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posted by vendell 23:56
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Comentarios
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Según San Gregorio usted es un pecador de gula, que no gulash:
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Gracias a Vd, Jaio, por la visita. A ver si el año que viene ya tenemos boletos de cosecha. |
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