2008-04-09
El tiro por la culata
Hace meses la UE aprobó una directiva para que en 2020 el 10% del combustible que empleamos en el transporte sea de origen vegetal: biodiesel y etanol. Sin embargo, sólo una parte de los cereales y oleaginosas necesarias para satisfacer esa demanda se va a cultivar en la propia UE, dado que aquí los costes de producción agrícola son altos y los cultivos más rentables, como la palma o la caña de azúcar, no se adaptan bien a nuestras latitudes. Así pues, la industria y su prima las finanzas se han ido de excursión a las selvas húmedas, inmensas extensiones de regadío natural muy fértil, soleado e inculto (activos paralizados) atendidas por una mano de obra barata y poco reivindicativa, acaso el último proletariado del planeta al que ya le va llegando la hora de empezar a disfrutar de las virtudes del capitalismo.
Hace un par de días Naciones Unidas pedía a la UE, tan democrática, culta y compasiva, que revisase su estrategia energética debido al brusco aumento que han experimentado los precios de los alimentos, en parte debida a la fuerte demanda de grano y aceite para la fabricación de biocombustibles. Un crimen contra la humanidad, señalaba Jean Ziegler, uno de sus expertos.
Hoy, por fin la reacción: Alemania se replantea la política de biocombustibles. ¿Por su impacto negativo sobre las selvas tropicales? Pues no ¿Para paliar el aumento del precio de los alimentos, el hambre y la desestabilización de naciones del tercer mundo? Pues tampoco. ¿Entonces? Porque temen que la mezcla de alcohol y gasolina afecte al funcionamiento de los motores. Y eso, queridos amigos, es lo que único que de verdad importa. Que sigan rugiendo las máquinas.
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posted by vendell 07:26
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