2003-02-27
La realidad era esto
La oveja Dolly muere asesinada por sus propietarios. Aznar incorpora el tex mex a su acervo de dialectos del español. Un cocinero francés se suicida ante la amenaza de ver rebajado su prestigio gastronómico. Vds dirán que bah, la realidad, mañana lo olvidaremos. Se engañan. No lo ven porque están preocupados con sus cosillas: la bronca con la parienta, lo exiguo de la paga, las señales del envejecimiento prematuro, la búsqueda de alegrías domesticables... Son los síntomas de la globalización, esa cosa misteriosa que hace que nos preocupemos por doscientos jevis que se abrasan en un concierto en Rhode Island o envidiemos a una señorita que luce espléndida silueta en las paradisíacas playas de las Islas Fidji. Pero todos estos acontecimientos están interconectados; forman parte de la trama que se superpone a nuestra existencia pretendiendo dar sentido a lo que no lo tiene.
Por ejemplo, a Dolly le aplicaron la eutanasia con la esperanza de que todos dijéramos ¡eso sí que es inmoral, y no haberla clonado a la pobrecita, que si no ni siquiera estaría aquí! Lo mismo hizo Aznar, que salió a la palestra tras la aburrida sobremesa en la que una lamentable pandilluca de amigotes se levantaban el ánimo con los chistes esos de que van un francés un alemán y un gallego por el mundo y... Por no hablar de lo del cocinero francés ¿De verdad Vds creen que un gastrónomo de verdad despreciaría la limpieza del gas, la cromaticidad del sangrado o la exquisitez de los venenos para pegarse un vulgar escopetazo en la cabeza? Mientras exijamos a los demás lo que nosotros nunca asumiríamos este mundo seguirá siendo el ameno lodazal en el que hozamos, unos con más prisa y otros con menos ganas.
Vamos, como para no hacerse posmoderno.
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posted by vendell 01:39
5 Comments
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Comentarios
1
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De: Martin Pawley |
Fecha: 2003-02-27 11:27 |
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Como el domingo estaba en Madrid ladrando, no tuve ocasión de comprobar el don de lenguas de Josemari. Acabo de escucharlo en la web de la Cadena Ser (www.cadenaser.es) y me he quedado literalmente acojonado... ¡¡¡Nuestro presidente también habla tejano en la intimidad!!!
Tiene usted razón, un buen cocinero le echaría algo más de arte a su suicidio. Incluso no desaprovecharía la ocasión de aliñar su propio cadáver y servírselo al crítico de la Guía Michelin, sugiriéndole que empezara por aquella parte, mismamente (un poco al estilo de "El cocinero, el ladrón, su mujer y su amante" de mi estimado Peter Greenaway).
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2
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De: el paseante |
Fecha: 2003-02-27 21:05 |
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Y encima va usted y se dedica a cartearse nada menos que con el Papa. Pues me parece que le ha contestado y le hace unas jugosas confesiones en una bitácora amiga.
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3
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De: Vendell |
Fecha: 2003-02-28 00:53 |
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Bueno, el Papa y Greenaway pertenecen a la misma categoría de frikis a los que les gusta contar cosas inverosímiles y hacer como si todo fuera perfectamente normal. Al seguno no lo conozco, pero al primero sí y personalmente, y mantenemos una interesante relación epistolar. Anteayer mismo me llegó un lomo de Cracovia con una notita que decía: Vendell, si consigues acabarte esto antes de la Pascua te juro que me ato la estola a la frente en plan Jackie Chan.
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4
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De: Martin Pawley |
Fecha: 2003-02-28 11:19 |
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Para entender mejor las afinidades entre el Papa y Peter Greenaway, le recomiedo vivamente "The baby of Maçon".
¿Lomo de Cracovia? A mi me regalaron la semana pasada un lacón de Monterroso tan bueno que estoy pensando en reservarlo para la vigilia del Viernes Santo...
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